Nunca, hasta ahora,me había dado cuenta de que veintiocho años,
podían ser la cosa más seria de este mundo,
si comprendía lo que son veintiocho años en realidad,
es decir, que no son un año detrás de otro que en total suman veintiocho,
ni tampoco veintisiete años a los que se les añade uno,
sino que veintiocho años constituyen en sí,
el definitivo e irreversible ingreso, en el miedo de sentirse mayor......