Esa noche del 27 de febrero, recuerdo que no podía dormir bien, tenía calor, frío, y me daba vueltas y vueltas en la cama...5 nanosegundos antes de que empezara a temblar, desperté, y como siempre que tiembla me quedé acostada, pues opino que, a menos que el temblor sea sobre 5.5 º richter, no amerita levantarse...pasaban los segundos y el movimiento seguía...cuando el zamarreo ya se vino fuerte, bajamos rápidamente y nos quedamos parados bajo el dintel de la puerta.
En eso, el vecino de al lado sale corriendo por el pasillo como un loco, y la Isi al verlo,le dió un ataque de quizás quien sabe que cosa, agarró de la mano a mi mamá y salió corriendo tras el vecino, el Ale al ver a mi mamá y la Isi, salió tras ellas y como yo no me iba a quedar sola parada ahí, salí tras ellos...yo que hace años que no corría...recuerdo que el Ale me gritaba en ese pasillo que se me hizo eterno (por que el par de tontos escogió el lado más laaaaaaaaargo para arrancar) ,
En eso, el vecino de al lado sale corriendo por el pasillo como un loco, y la Isi al verlo,le dió un ataque de quizás quien sabe que cosa, agarró de la mano a mi mamá y salió corriendo tras el vecino, el Ale al ver a mi mamá y la Isi, salió tras ellas y como yo no me iba a quedar sola parada ahí, salí tras ellos...yo que hace años que no corría...recuerdo que el Ale me gritaba en ese pasillo que se me hizo eterno (por que el par de tontos escogió el lado más laaaaaaaaargo para arrancar) ,
-Negraaaaa.
-Voy corriendo, voy corriendo...- le respondía, mientras sentía que ha mi paso se iban reventando las ampolletas y cayendo trozos del techo...aún me parece escuchar el golpe desesperado de mis vecinos tratando de abrir las puertas de los deptos que se habían apretado, los gritos angustiosos, el momento del apagón general, la profunda sensación de alivio que sentí al estar abajo y afuera, a salvo...
Menos mal que esa noche estaba estrenando pijamita nuevo, una linda camisola de algodón, rosada con flores verdes, a unos prudentes centímetros sobre la rodilla, recuerdo que cuando la compré me dije en tono de broma, nada muy despechugado, ni demasiado corto, además así renuevo pijamas, por que en caso de que hubiera un siniestro, nada que ver que el rescatista (que en la visión era igualito a Joshua Jackson) te ande sacando por la ventana envuelta en una polera vieja con hoyos o mostrandole el trasero el país, en unos horrendos calzones beiges, viejos tambien por lo demás...
Comentarios propios de mi humor diferente (aunque es cierto que no podría usar por pijama un buzo viejo o una polera desteñida y rota).
Una vez a salvo, recuerdo que el vecino, que no tenía más de 35 años, se tiró al suelo y se puso a llorar, así que aparte de tener que estar viviendo el movimiento telúrico propiamente tal, había que tranquilizar al pastel.
Ya pasado, el movimiento subimos a nuestro piso y todos nuestros vecinos nos miraban con cara de...Y ustedes???...fuimos los únicos de todo el blockksss, que salieron corriendo como locos, pasando por alto todas las indicaciones de la Onemi y Operación Deyse-Cooper incluidas, y a pata pelada mas encima...
Y ese fue el papelón del dpto 28.
Todo el resto de la noche la pasamos en los estacionamientos junto al resto de los vecinos entre la oscuridad, los nervios y los que se hacían los graciosos...como el vecino, que despues de salir corriendo y ponerse a llorar como abuelita...se paseaba con cara de chiste...
-fuerte el temblorcito-decía- yo ní lo sentí, lo sintieron ustedes??...
Tarado...le pusimos "El Heróe".
Afortunadamente aparte de todos los vasos, copas, fuentes que se quebraron,y algunas fisuras que todos mis años como ingeniera calculista, me dicen que no son estructurales, no pasó gran cosa. En mi pieza tampoco, las únicas pérdidas que puedo declarar son una pantalla de papel que me había comprado la semana anterior y el bálsamo de miel con aloe que me había traído del Valle del Elqui a fin de mejorar el pelo de escoba vieja que tengo.
Con el pasar de los días, la angustia fue bajando, aunque igual las 2 noches siguientes al terremoto dormí vestida y hasta con las zapatillas puestas.
Las réplicas me tienen eso sí algo cansada, el estado de alerta permanente, la ansiedad que se siente en el aire...desde el terremoto nunca más volví a dormir como antes y por eso lo odié, que aparte de destrozar ciudades y vidas completas, se llevó la tranquilidad que estaba logrando y se robó mi buen dormir, que despues de mucho tiempo estaba alcanzando (con inductores de sueño incluidos), pero eso es tema de otro post, por que no fueron sólo las placas tectónicas las que se movieron esa vez...
