26 de febrero de 2010

Con el chuzo en la cadera.

Llegó fines de diciembre, se acabaron las fiestas, la intensidad del trabajo bajó y sentí como que algo le faltaba a mi vida. Pensé harto, le dí varias vueltas y concluí que lo que necesitaba, aparte de lo obvio, era...una actividad extraprogramática!!!

El problema es que en enero no es muy variada la oferta y pese a mi búsqueda, lo único que encontré que se adaptara a mi horario, fue un curso de Danza Árabe.

Al principio dude un poco, danza árabe??? yo, que tengo un chuzo en las caderas...

Si desde el colegio era así.
Recuerdo que todos los bailes que le llevaran pura cadera eran como los instantes dedicados por mí para:
-ir al baño.
-ir a tomar una bebida.
-o ir a sentarme por último...

Pero es que como olvidar ese "Muévelo, muéveloooooo, mmmmm...que sabrosoooooo, muéveloo, muéveloo...mmm..como lo haceee"...demás esta decir que yo nunca pude mover nada o el atroz Baile de la Botella o la Mayonesa...en los que aunque me moviera como desaforada...no había caso. Después en la Universidad llegó el axe, que también le llevaba ese perverso movimiento caderil. Y nada.

Las revistas de gimnasia era para mí, "La" institución dedicada a humillarme. Tan brillante que era en algunas áreas, pero en esta...uffffffff y para colmo, me ponían de las últimas!!!! detrás de la que medía como medio metro más que yo y  de la que tenía un radio equivalente a 2 connys, o sea, ninguna posibilidad de que mi mamá o cualquier persona sentada en el público, me viera.

Pero nótese, que mal, mal no bailaba, o sea, no era necesario que en las fiestas el lolo en custión tuviera que tener trabajada la personalidad para bailar conmigo, ni mucho menos, por que recalco, el problema estaba netamente en todo lo que es la cadera.

Por eso creo que a varias personas les impresionó mi decisión de tomar clases de danza árabe...

Un pequeño paso para la humanidad, un gran paso para Conny.

Y como soy de la opinión de que los fundamentos son la base de la entretención, me puse a leer sobre los orígenes de la danza, bailarinas destacadas, tipos de baile, variaciones según países etc. Le saqué, al fin, las etiquetas al buzo que me regaló mi hermano para la navidad del 2008 (sip,así de deportista soy) y partí...

Primera clase, horribleeeeeee, pésimo, atroz...salí entera deprimida.
Segunda clase, oficialmente era la peor de la clase.

Y yo que nunca he sido la peor de nadaa, o sea, nunca he sido lo que se llama una "topguan" neta, pero tampoco la más pior, y como soy antes muerta que sencilla, tuve que elaborar todo un plan de contingencia para paliar aquello.

El que consistió basicamente, en la repetición constante y uniforme de actos análogos por un periodo prolongado de tiempo, es decir, repasar los pasos una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez.
El problema era a que hora y donde, por que tiempo tenía poquito, así que me vi en la obligación de hacerle unos ajustes a mi plan, tuve que clasificación de los pasos,por que no los podría repasar todos, y el resultado fue así, tenía:
- pasos malos,
-pésimos,
-horribles,
 tristes,
- los que me saldrían previo transplante de cadera,
- los propios de una paraplejica rehabilitada y,
- aquellos que ni en 2 vidas y 3 reencarnaciones más me saldrían...

Así que opte por mejorar los pésimos, los horribles y los tristes, ya que a esos les veía una real posibilidad de llegar al nivel de los malos y para el resto, tendría que hacerme una regresión y constatar que a los menos en 13 vidas anteriores fui odalisca, como para poder mejorarlos, así que los deje como estaban, no más.
Lo gracioso era que andaba haciendo pasitos en todos lados, si estaba en el trabajo mientras hervía agua para mi tecito matutino, me ponía a repasar, si iba al baño aprovechaba un espejo grande que hay y seguía practicando, mientras calentaba la comida, ocupaba esos 1.30 minutos para corregir posturas y así con el correr de los días y las clases pase del lugar Nº8 (el último) al 5, en un ranking elaborado netamente en base a mis precepciones personales.

Y pude volver a caminar por la calle con la frente en alto.

En febrero volví a tomar la continuación del curso, pero ya como que me empece a aburrir, así que ese fue mi debut y despedida en la danza oriental.

Y eso.

6 de febrero de 2010

Me caí y me dolió.

Era viernes, y por primera vez en toda la semana iba a llegar a la hora al trabajo...dudé que ropa ponerme, pero me decidí por el lila, polera, collar, aros, cartera y zapatos lila, el pantalón sería blanco. Recuerdo que me peine distinto esa mañana, elimine la chasquilla con un poco de gel de mi hermano y afirme mi pelito hacia un lado con un par de pinches.

8 de la mañana, la hora ideal para salir y llegar poco más de las 9 al trabajo...me puse perfume, elegí el O`oui de Lancòme en vez del Happy de Clinique y bajé...

Primer escalón, segundo escalón, tercer escaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhh!!!

Quiero dejar en claro que no fue cualquier resbalón.

Dado que el lema de mi escudo personal es "Antes muerta que sencilla", tenía que ser con espectáculo...
Creo que por un par de segundos la gravedad se volvió inexistente para mí y volé, lamentablemente no como Superman, sino que de espaldas y de una manera absolutamente menos glamorosa.
La pierna derecha agarro un ángulo de 90º casi perfectos en relación al resto de mi cuerpo (creo que la última vez que logré eso tenía como 9 meses de nacida), la cartera lila salió volado para quedar unos peldaños sobre mí y uno de mis zapatos despues de chocar con el techo quedo encima de la mesa botando el florero lleno de claveles de mi mamá...y así quedé, cual tortuguita dada vuelta, varios peldaños más abajo en la escalera.

Jim Carrey hubiera estado orgulloso de mí.

Del resto que puedo contar que, menos mal que caí de poto, por lo que éste actuó como una especie de airbagg personal haciendome rebotar un peldaño más, me pelé los dedos chiquitos del pie derecho, el tobillo y quede con un moretón del porte de una mano en mi piernil derecho.

Al final y como toda la semana, llegué tarde a la pega, me tuve que ir parada todo el trayecto por que me duele sentarme, medio cojeo y siento que debajo del enoooorme moretón tengo un corazón que palpita permanentemente (y no estoy hablando en sentido metaforico, ahí hay algo que "palpita"), ademas de entender de manera vivencial, ese raro y abuelizado concepto de tener "afiebrada" una parte del cuerpo, pues siento "afiebrado" todo mi muslo derecho.

La próxima semana me voy a la playa, y había comprado unas minifaldas y unos shorts, entero lindos, aparte del traje de baño, pero con el aspecto de mujer victima de Violencia intrafamiliar que ando trayendo, dudo que pueda lucir con dignidad mis trapos nuevos, pues segun mis calculos, para esa fecha el moretón estará de un color entre violaceo y amarillento...lindo.

Pero creo que no era necesaria toda la larga descripción de lo que viví para comprender como quede, que para entenderlo bastaba con decir: ayer viernes en la mañana y antes de irme al trabajo, me saqué todo lo que es la xuxa en la escalera de mi casa.